sábado, 28 de febrero de 2015

"Los compromisos de IU no tienen valor, pues no gobernarán para llevarlos a cabo"

Esta semana muchas personas han felicitado a la Asamblea Abierta de IU Cartaya por sus primeros compromisos. Mucha gente  ha aplaudido el Reglamento de Participación, la mejora de la transparencia, las Delegaciones Permanentes en El Rompido y Nuevo Portil, y los recortes en las retribuciones de los concejales para un ahorro de casi 800 000 euros durante la próxima legislatura, destinados a ayudar a familias más desfavorecidas. Sin embargo, también hemos recibido alguna crítica. Una de ellas ha llamado poderosamente mi atención. "Proponéis eso porque sabéis que nunca vais a gobernar...". La idea es aparentemente intuitiva, pero falsa y profundamente perversa en su estructura lógica. Se argumenta que "El estatus político en Cartaya no cambiará, así que los programas de grupos diferentes a la clase dominante carecen de valor, pues no podrán llevarlos a cabo”. 
La realidad actual muestra lo contrario. Hoy la gente está demostrando su capacidad para rebelarse contra políticas injustas y apoyar alternativas que supongan un verdadero cambio en el modelo político y social. Es lo que ha ocurrido en Grecia, donde Syriza se ha impuesto a las élites político-económicas y está desarrollando su plan de choque contra la pobreza, la prohibición de desahucios, la subida de salario mínimo y pensiones, la readmisión de los empleados públicos injustamente despedidos, etcétera. También en Andalucía, donde IU ha impulsado la llamada Ley Antidesahucios, políticas contra la exclusión social, de ayuda a la cooperación internacional o de movilidad sostenible. A nivel nacional, desde el 15M otras fuerzas se han sumado al movimiento para la construcción de un frente popular que combata el secuestro de nuestra democracia, nuestros derechos y nuestras libertades. 
Resulta esperanzador, pero hay trampas en el camino. Una de ellas es ese acto de fe que la clase dominante intenta inculcar al electorado: “aunque sean excelentes, las propuestas de grupos minoritarios no tienen valor, pues no gobernarán para llevarlas a cabo”. Saben que si el programa de la alternativa no tiene valor nunca habrá alternativa. Ahí está el truco. Una idea lleva a la otra, funcionando como una realidad autoalimentada para mantener el estatus quo de los privilegiados. Es un argumento que construye la realidad en la que pretende apoyarse, permitiendo a los grupos de poder eternizarse en los cargos públicos y continuar gobernando para los suyos. 
El proyecto de esta Asamblea Abierta es coherente con el que ha luchado siempre IU: Un Ayuntamiento más justo, eficaz, transparente, que garantice la igualdad de oportunidades y se abra a la participación ciudadana en asuntos de interés general (remunicipalización del servicio de agua, presupuestos, etcétera). Nuestros compromisos, por tanto, renuevan la lucha de IU en Cartaya durante más de una década. Por ejemplo, El Reglamento de Participación Ciudadana que nos hemos comprometido a aprobar durante los cien primeros días fue presentado por IU en 2011 y aprobado casi por unanimidad. ¿Se ha publicado ya? Pues no.  A pesar de que el Ayuntamiento se comprometió en 2011 a “publicar lo antes posible” el Reglamento de Participación Ciudadana, nunca ha visto la luz. Me gustaría que el Alcalde hiciese un ejercicio de sinceridad y lo explicara. Mientras tanto, IU Incluye su publicación como uno de los primeros compromisos de gobierno. Sencillo, coherente. 
El resto de compromisos mantienen esta línea. Por ejemplo, transparencia (defendiendo nuestro derecho a disponer de información clara y concreta sobre asuntos como acceso al empleo público, licitaciones, subvenciones, asuntos económicos, etcétera); igualdad y justicia social (recortando el sueldo de los concejales para ahorrar casi 800 000 euros en cuatro años que permitan ayudar a familias desfavorecidas, etcétera), etcétera. Son compromisos que cumpliremos como siempre: Con toda la fuerza que la gente nos conceda.



sábado, 14 de febrero de 2015

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN CARTAYA

Participación ciudadana y transparencia son los fundamentos de una democracia real y efectiva.

¿Por qué?
Para hacer efectivo el principio de soberanía popular. El poder pertenece al pueblo. Eso significa que quien decide es la gente, que los representantes públicos son servidores del pueblo, no al contrario.

¿Se garantiza hoy el principio de soberanía popular?
En la actualidad, casi la única cuota de participación ciudadana es el derecho al voto, cada cuatro años. Elegidos los cargos públicos, son ellos los que ostentan el monopolio de nuestra toma de decisiones.

¿En qué tipo de decisiones deberíamos participar directamente los vecinos de Cartaya?
Deberíamos decidir, por ejemplo, sobre la privatización del servicio de agua u otras necesidades vitales básicas, los presupuestos, el empleo público, y cualquier otro asunto con influencia directa sobre nuestra vida.
Para ello, es imprescindible la transparencia en la gestión pública, la existencia de información clara y concreta sobre los asuntos de interés general. 
Actualmente, ¿es transparente nuestro ayuntamiento?
Responda usted mismo. Pregúntese: ¿Dispone de forma fácil, clara e inmediata de información sobre, por ejemplo, criterios de contratación pública, bolsa de empleo, aspectos económicos, juntas de gobierno, estadísticas municipales, etcétera? 
Preguntemos a los expertos
La Universidad Autónoma de Barcelona desarrolla un prestigioso estudio sobre el nivel de transparencia de las administraciones locales de nuestro país. Cartaya es valorada con un 24,39% de transparencia. Es decir, una nota de 2,4 sobre 10. Suspenso bajo. Y eso contando con cierta mejoría respecto a la nula transparencia de la década anterior. 
Si el Ayuntamiento fuese una casa de cristal, que se ofreciera sin miedo a los ojos de la ciudadanía, estaría más limpio y preparado para escuchar nuestra voz.
¿Cómo puedo participar?
Muchos creemos en un proyecto de unidad popular de izquierdas, pero nos cohíbe el rechazo a esa forma de hacer política interesada, competitiva, sucia, dañina… ¿Qué sentido tiene que algunos partidos propongan una democracia participativa si en su casa sólo manda uno? ¿Qué sentido tiene que algunos propongan transparencia si en casa nadie se entera de nada? El pueblo es sabio y pronto se da cuenta de que no se puede ofrecer lo que no se posee. En otras palabras, nadie con sillones reservados, listas secretas, estrategias a oscuras o traiciones cainitas puede transformar nuestro pueblo. No es creíble. Es mentira. Si tu propuesta es abrir el Ayutamiento a la mayoría, tu casa debe ser una casa casa abierta, participativa, democrática…. 
Eso es la Asamblea Abierta de IU Cartaya.