sábado, 18 de julio de 2015

EL AYUNTAMIENTO UTILIZA A LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PARA IMPEDIR UNA ACTIVIDAD CULTURAL ORGANIZADA POR LOS VECINOS EN EL ROMPIDO

Dos patrullas de la Policía Local y Guardia Civil intervinieron ayer para evitar el comienzo de una actuación de “circo callejero” organizada por la ciudadanía en El Rompido. Eran casi las 10 de la noche cuando un pequeño grupo de niños esperaba el comienzo de la actuación en una calle cerrada al tráfico frente a la Ría del Piedras. Dos coches patrulla irrumpieron entonces para impedir el comienzo de la actividad y buscar responsables entre vecinos y turistas que se encontraban en la zona.


Fuentes consultadas revelan que “el ´Circo Callejero´ constituye la respuesta pacífica de El Rompido frente al agresivo desprecio del Ayuntamiento en materia de ocio y cultura”. Vecinos y empresarios locales llevan años ofreciendo, en solitario, la única oferta cultural existente en El Rompido, en colaboración con artistas, profesionales de reconocido prestigio y organizaciones locales. Desde principios de 2014, los vecinos han convertido el Faro Viejo o la céntrica plaza de Las Sirenas en espacios de encuentro para la creación colectiva, transformándolos en recreo cultural de más de 5000 personas durante el último año. Diversos medios de comunicación han recogido experiencias  vecinales como el festival “Flamenco Sol”, las Jornadas Culturales “Seis Sentidos”, “de Primavera” o “de invierno”, y las seis jornadas de arte y cultura de 2014. En ellos la comunidad se ha expresado a través de exposiciones de fotografía y pintura, proyecciones audiovisuales, talleres artísticos, encuentros monográficos, visitas guiadas a ambos faros, conciertos, degustaciones gastronómicas y otros contenidos relacionados con el arte y la cultura. 
Avalados por esta experiencia, los vecinos han dado un paso adelante remitiendo un proyecto cultural al Ayuntamiento. Con el proyecto “Bauhaus” han defendido el desarrollo cultural comunitario como una herramienta para la transformación social utilizada con éxito en ciudades como Granollers (Barcelona). Mediante este enfoque "se trabaja creativamente con las comunidades en su propio terreno, en sus propios problemas, a través de la práctica cultural colaborativa, a través de cualquier medio o práctica artística, en función de las necesidades, recursos y características de la comunidad”. Este proyecto permitiría cubrir la necesidad de diversificar la oferta turística, combatiendo la estacionalidad, mejorando la calidad de vida de los vecinos y potenciando la cohesión social, sin apenas coste económico para el Ayuntamiento.
Sin embargo otra vez ha resultado imposible la cooperación con el área de Cultura del Ayuntamiento de Cartaya. Tras dedicar tiempo y recursos a la elaboración del proyecto, valorado positivamente por técnicos, organizaciones sociales, empresas, artistas y otros agentes, sólo hemos obtenido el silencio por respuesta. Si la ignorancia duele más que el rechazo, más duele que primero te ignoren y después te rechacen. Es exactamente lo que hemos sentido cuando, tras decenas de llamadas sin respuesta a la concejala de cultura, hemos tenido que recurrir a una llamada anónima para recibir un lacónico “hay algunos problemas".

Siempre hemos abanderado la cooperación como motor de transformación social, pero no podemos seguir poniendo la otra mejilla y permitiendo los abusos de poder de un Ayuntamiento que, sistemáticamente, rompe su palabra con el pueblo. 
 
Para nosotros resulta doloroso y desconcertante. No comprendemos porqué este Ayuntamiento continúa condenándonos al calvario del silencio administrativo. Sobre todo considerando la multitud de avances sociales que hemos impulsado en cooperación con otras instituciones. Ahí están, por ejemplo, la declaración de Bien de Interés Cultural de la Almadraba por el Parlamento Andaluz; la primeras seis aperturas al público de los Faros de El Rompido, en cooperación con Puertos de Huelva; la resolución del problema de los cortes eléctricos padecidos durante más de 20 años, en cooperación con ENDESA; la retirada de más de 15 toneladas de basura de la Flecha, en cooperación con Medio Ambiente; la celebración de casi una decena de Jornadas Culturales, sin coste para el Ayuntamiento; o, más recientemente, la habilitación de una línea de autobús nocturno Cartaya-El Rompido–Nuevo Portil por parte de Consorcio de Transportes, a petición de la A.V. El Rompido.

Con el lema “reivindicamos cultura a golpe de cultura” iniciamos una serie de actuaciones culturales con el sencillo objetivo de que el Ayuntamiento coopere para el desarrollo cultural en El Rompido. Pero si no nos dan la mano, iremos por delante.

El Consorcio de Transportes escucha a la A.V. El Rompido y habilita un autobús nocturno Cartaya-El Rompido-Nuevo Portil

El Consorcio de Transportes acepta la solicitud de la A.V.  El Rompido y habilitará un autobús nocturno entre Cartaya, El Rompido, Nuevo Portil y Punta Umbría durante los fines de semana. La línea permanecerá operativa desde el próximo viernes, 17 de julio, hasta el 30 de agosto de 2015.



Representantes de esta asociación vecinal cursaron a principios de julio una petición formal al Consorcio de Transportes Costa de Huelva justificando la necesidad de habilitar una línea nocturna que conectara Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil. En el documento se justifica la necesidad de facilitar este servicio a una población de casi 20.000 habitantes distribuida desigualmente entre tres núcleos alejados: Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil, estos últimos, destinos turísticos consolidados de la costa occidental de Huelva.

El Rompido casi ha duplicado su población durante la última década, alcanzando los 1773 habitantes en 2014, según el INE. El turismo ya ha relevado a la actividad pesquera como motor económico de un núcleo que, desde 2014, está considerado Zona de Gran Afluencia Turística (BOJA/145, de 28 de julio de 2014). Esta declaración responde al importante crecimiento de visitantes experimentado durante la última década que, en verano, multiplican por cinco la población residente, alcanzando las 10.000 personas. En época estival, los cinco hoteles de la zona registran índices de ocupación cercanos al 100%.

Junto a los deportes náuticos y la restauración el ocio nocturno constituye una de la principales ofertas turísticas de este núcleo costero.
Destaca la elevada proporción de jóvenes en el municipio, donde casi el 50% de la población aún no ha cumplido los 35 años, según datos del INE (2014). Ello resulta relevante si consideramos que los hábitos de ocio nocturno juveniles han sido relacionados con la elevada incidencia de accidentes de tráfico mortales entre menores de 35 años registrada por la DGT durante las noches del fin de semana. Hay que considerar otro factor de riesgo añadido: las características de las vías que enlazan estos núcleos, carreteras convencionales de una sola calzada y doble sentido de circulación, donde, según la DGT (2013), se producen casi el 75% de los fallecimientos en carretera. En este contexto, se entiende la necesidad de un servicio de transporte público nocturno para mejorar la movilidad entre núcleos, incidiendo positivamente sobre el turismo interior; así como para disminuir la incidencia de accidentes de tráfico, especialmente entre jóvenes, y mejorar la calidad de vida de los vecinos.

El Consorcio de Transporte de Huelva Costa demuestra una vez más su sensibilidad ante las necesidades expresadas por los vecinos. Esperanza encontrar, aún, instituciones con alma que cooperan de forma atenta y diligente para la prestación de un servicio de transporte público de calidad, desde unos principios basados en el bien común. 

lunes, 13 de julio de 2015

Vecinos de El Rompido presentan al Ayto. de Cartaya el "PROYECTO BAUHAUS", un modelo de desarrollo cultural vanguardista con coste 0 para la administración. El Ayuntamiento hace oídos sordos.

En la última década, este núcleo costero situado a 8 kilómetros al sur de Cartaya ha duplicado su población, alcanzando los 1773 habitantes (INE, 2014). La edad media entre sus vecinos es sensiblemente inferior a la nacional, destacando la mayor proporción de jóvenes (19,63% menores de 18 años vs 16,78% a nivel nacional). 
Actualmente, el principal motor de desarrollo socio-económico de El Rompido es el turismo, que ha ido desplazando a la actividad pesquera durante los últimos años (INE, 2014). Desde 2014, El Rompido está considerado como Zona de Gran Afluencia Turística (BOJA/145, de 28 de julio de 2014), declaración que responde al importante crecimiento del número de visitantes experimentado durante la última década. Esta afluencia turística se concentra fundamentalmente en la temporada estival, cuando los cinco hoteles de calificación igual o superior a 4 estrellas registran índices de ocupación cercanos al 100%.

A pesar de este auge, el peso de la oferta turística recae casi exclusivamente sobre las empresas locales, que han desarrollado un modelo centrado en la  restauración y, en menor medida, el golf y los deportes náuticos. 
La oferta cultural es pobre o nula, no desarrollándose una programación estable y de calidad. Los recursos de ocio y cultura más próximos, como el Centro Cultural de la Villa, el centro de juventud o la biblioteca municipal, se encuentran a más de 8 Km, en Cartaya (Huelva).

En este escenario, los vecinos han dado un paso adelante para plantear alternativas. En un proyecto remitido al Ayuntamiento, han justificado el desarrollo cultural comunitario como un enfoque para la transformación social desarrollado con éxito en Australia y, más recientemente, en Granollers (Barcelona). En estas ciudades, explican, se ha adoptado este enfoque “trabajando creativamente con las comunidades en su propio terreno, en sus propios problemas, a través de la práctica cultural colaborativa” (http://www.ccd.net/contact/index.html). Un proyecto de desarrollo cultural comunitario puede utilizar cualquier medio o práctica artística, en función de las necesidades, recursos disponibles y características de la comunidad.
Para ello, prosiguen los vecinos, "deben desarrollarse canales de comunicación entre artistas y empresarios locales, organizaciones representativas, administración pública y otros agentes sociales". El fin último del desarrollo cultural comunitario es "el empoderamiento de la comunidad para la transformación social. Más específicamente, el desarrollo cultural comunitario mejora la calidad de vida y potencia la cohesión social. En nuestro contexto, además, puede constituir una poderosa herramienta para combatir la estacionalidad del turismo, potenciando el desarrollo socio-económico de la zona".

Por todo ello, la A.V. El Rompido ha defendido el desarrollo cultural comunitario como el mejor modelo para cubrir la necesidad de diversificar la oferta turística, combatiendo la estacionalidad, mejorando la calidad de vida de los vecinos y potenciando la cohesión social.
Más allá (o más acá) de la teoría, la Asociación de Vecinos ya ha trabajado desde este modelo en colaboración con diversos agentes locales. Artistas, profesionales de reconocido prestigio, pequeños empresarios, organizaciones representativas, vecinos e instituciones públicas han desarrollado, desde principios de 2014, diferentes proyectos en espacios de encuentro para la creación colectiva, El Faro Viejo o la céntrica plaza de Las Sirenas han constituido el recreo cultural de más de 5000 personas durante el último año. Diversos medios locales y nacionales han recogido experiencias como el festival “Flamenco Sol”, las Jornadas Culturales “Seis Sentidos”, las Jornadas Culturales de Primavera 2014, los Carnavales 2014 y las seis jornadas de arte y cultura de 2014. En ellos la comunidad se ha expresado a través de exposiciones de fotografía y pintura, proyecciones audiovisuales, talleres artísticos, encuentros monográficos, visitas guiadas a ambos faros, conciertos, degustaciones gastronómicas y otros contenidos relacionados con el arte y la cultura. 


Con el aval de esta experiencia, la A.V. El Rompido y ATURP han intentado dialogar con el área de Cultura del Ayuntamiento de Cartaya para crear una mesa de trabajo compuesta por el propio Ayuntamiento, la A.V., ATURP, artistas, establecimientos locales y el AMPA El Faro. Con ello, se pretendía iniciar una corriente de cooperación para la creación cultural desde un enfoque interdisciplinar basado en el modelo de desarrollo cultural comunitario, ya aplicado con éxito en ciudades vanguardistas a nivel internacional.
Pues bien: Tras dedicar tiempo y recursos a la elaboración del proyecto, en cooperación con profesionales del sector, sólo hemos obtenido el silencio por respuesta del Ayto. Representantes de ATURP y la AV El Rompido han realizado decenas de llamadas a la Concejala de Cultura, sin lograr establecer contacto. Esta mañana ha tenido que recurrirse a una llamada anónima para hablar con esta representante pública, que, titubeando, sólo ha alcanzado a argumentar que "existían algunos problemas".

miércoles, 8 de julio de 2015

Puertos de Andalucía echará del Piedras a las embarcaciones "irregulares"


La Agencia Pública de Puertos de Andalucía ha comunicado que "este verano sancionará a los propietarios de las embarcaciones fondeadas de forma permanente e irregular en la ría del Piedras". Para ello, Puertos tiene la intención de apoyarse en los Ayuntamientos competentes, Guardia Civil del Mar, Capitanía Marítima de Huelva y clubes náuticos.




Muchos de estos fondeos son los conocidos como "amarraillos históricos", pateras que han pasado de generación en generación durante más de 50 años.
Tradiciones como ésta encierran la esencia de la identidad, cultura e historia de este pueblo marinero. Si ha de tocarse, que sea con atención, sensibilidad y respeto a los valores de El Rompido. Un pueblo al que le arrebatan sus valores, se despersonaliza, corriendo el riesgo de volverse errático, imprevisible.
Pero, además, quizás el paisaje desordenado de pateras entre las dos orillas sea suficiente para provocar ese magnetismo de la Ría que hipnotiza a los visitantes. El río es algo más que una lámina de agua. Si ordenar el río significa sólo burocratizarlo, despojarlo de su valor etnográfico para mejorar su eficiencia como vía de transporte náutico, déjenlo como está.