lunes, 13 de julio de 2015

Vecinos de El Rompido presentan al Ayto. de Cartaya el "PROYECTO BAUHAUS", un modelo de desarrollo cultural vanguardista con coste 0 para la administración. El Ayuntamiento hace oídos sordos.

En la última década, este núcleo costero situado a 8 kilómetros al sur de Cartaya ha duplicado su población, alcanzando los 1773 habitantes (INE, 2014). La edad media entre sus vecinos es sensiblemente inferior a la nacional, destacando la mayor proporción de jóvenes (19,63% menores de 18 años vs 16,78% a nivel nacional). 
Actualmente, el principal motor de desarrollo socio-económico de El Rompido es el turismo, que ha ido desplazando a la actividad pesquera durante los últimos años (INE, 2014). Desde 2014, El Rompido está considerado como Zona de Gran Afluencia Turística (BOJA/145, de 28 de julio de 2014), declaración que responde al importante crecimiento del número de visitantes experimentado durante la última década. Esta afluencia turística se concentra fundamentalmente en la temporada estival, cuando los cinco hoteles de calificación igual o superior a 4 estrellas registran índices de ocupación cercanos al 100%.

A pesar de este auge, el peso de la oferta turística recae casi exclusivamente sobre las empresas locales, que han desarrollado un modelo centrado en la  restauración y, en menor medida, el golf y los deportes náuticos. 
La oferta cultural es pobre o nula, no desarrollándose una programación estable y de calidad. Los recursos de ocio y cultura más próximos, como el Centro Cultural de la Villa, el centro de juventud o la biblioteca municipal, se encuentran a más de 8 Km, en Cartaya (Huelva).

En este escenario, los vecinos han dado un paso adelante para plantear alternativas. En un proyecto remitido al Ayuntamiento, han justificado el desarrollo cultural comunitario como un enfoque para la transformación social desarrollado con éxito en Australia y, más recientemente, en Granollers (Barcelona). En estas ciudades, explican, se ha adoptado este enfoque “trabajando creativamente con las comunidades en su propio terreno, en sus propios problemas, a través de la práctica cultural colaborativa” (http://www.ccd.net/contact/index.html). Un proyecto de desarrollo cultural comunitario puede utilizar cualquier medio o práctica artística, en función de las necesidades, recursos disponibles y características de la comunidad.
Para ello, prosiguen los vecinos, "deben desarrollarse canales de comunicación entre artistas y empresarios locales, organizaciones representativas, administración pública y otros agentes sociales". El fin último del desarrollo cultural comunitario es "el empoderamiento de la comunidad para la transformación social. Más específicamente, el desarrollo cultural comunitario mejora la calidad de vida y potencia la cohesión social. En nuestro contexto, además, puede constituir una poderosa herramienta para combatir la estacionalidad del turismo, potenciando el desarrollo socio-económico de la zona".

Por todo ello, la A.V. El Rompido ha defendido el desarrollo cultural comunitario como el mejor modelo para cubrir la necesidad de diversificar la oferta turística, combatiendo la estacionalidad, mejorando la calidad de vida de los vecinos y potenciando la cohesión social.
Más allá (o más acá) de la teoría, la Asociación de Vecinos ya ha trabajado desde este modelo en colaboración con diversos agentes locales. Artistas, profesionales de reconocido prestigio, pequeños empresarios, organizaciones representativas, vecinos e instituciones públicas han desarrollado, desde principios de 2014, diferentes proyectos en espacios de encuentro para la creación colectiva, El Faro Viejo o la céntrica plaza de Las Sirenas han constituido el recreo cultural de más de 5000 personas durante el último año. Diversos medios locales y nacionales han recogido experiencias como el festival “Flamenco Sol”, las Jornadas Culturales “Seis Sentidos”, las Jornadas Culturales de Primavera 2014, los Carnavales 2014 y las seis jornadas de arte y cultura de 2014. En ellos la comunidad se ha expresado a través de exposiciones de fotografía y pintura, proyecciones audiovisuales, talleres artísticos, encuentros monográficos, visitas guiadas a ambos faros, conciertos, degustaciones gastronómicas y otros contenidos relacionados con el arte y la cultura. 


Con el aval de esta experiencia, la A.V. El Rompido y ATURP han intentado dialogar con el área de Cultura del Ayuntamiento de Cartaya para crear una mesa de trabajo compuesta por el propio Ayuntamiento, la A.V., ATURP, artistas, establecimientos locales y el AMPA El Faro. Con ello, se pretendía iniciar una corriente de cooperación para la creación cultural desde un enfoque interdisciplinar basado en el modelo de desarrollo cultural comunitario, ya aplicado con éxito en ciudades vanguardistas a nivel internacional.
Pues bien: Tras dedicar tiempo y recursos a la elaboración del proyecto, en cooperación con profesionales del sector, sólo hemos obtenido el silencio por respuesta del Ayto. Representantes de ATURP y la AV El Rompido han realizado decenas de llamadas a la Concejala de Cultura, sin lograr establecer contacto. Esta mañana ha tenido que recurrirse a una llamada anónima para hablar con esta representante pública, que, titubeando, sólo ha alcanzado a argumentar que "existían algunos problemas".

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