domingo, 29 de marzo de 2009

COMUNIDAD TERAPÉUTICA. CARTAYA. AÑO 2009.

En Andalucía, la comunidad terapéutica, como recurso específico para el tratamiento de las drogodependencias, ha desarrollado durante los últimos años una identidad y metodología definitorias.

Durante decenios, el denominado “gran relato” de las comunidades terapéuticas ha materializado una entelequia que ha suplantado, transfigurado, secuestrado, engullido, justificado, inmovilizado o reducido al absurdo una fórmula específica de eficacia constrastada en el terreno de la salud.

Hoy, en Andalucía, el equipo interdisciplinar de la comunidad terapéutica pública desarrolla con plena competencia funciones de diagnóstico, diseño e implantación de estrategias de modificación de conducta, evaluación de resultados e investigación aplicada. Los profesionales que conforman los equipos interdisciplinares dominan las técnicas terapéuticas de eficacia demostrada a nivel internacional. El porcentaje de usuarios que, con el tratamiento, mejora significativamente la calidad de vida relacionada con la salud se acerca al cien por cien. Superado el modelo ético-jurídico, el tratamiento es individualizado en conjunción con la perspectiva grupal.
Por otra parte, los juicios de valor pasaron a formar parte del pasado, interviniéndose en términos de respuestas adaptativas/desadaptativas. Se concede una importancia central a la ruptura de prejucios y estereotipos a nivel individual, familiar y macrosocial. El eje central: el cambio desde la autonomía, desde la libertad individual. En este sentido, la persona usuaria está informada en todo momento y participa en los procesos de toma de decisiones. El equipo interdisciplinar mantiene una coherencia heterogénea que transmite un sentido profundo de libertad creativa. Se establecen límites, pero se procura apoyo incondicional a la persona (“tus comportamientos tendrán consecuencias, pero estaremos contigo”). Se proyecta empatía, pero se procura objetividad ("te comprendo, pero quizás pueda ofrecerte una visión diferente"). El equipo está permanentemente inclinado a al reconocimiento y superación de errores -decisiones desadaptativas- por todas las partes. El factor de cambio central es la función educacional. Lo educacional entraña el rol conductor del tratamiento, acompañando en todo momento la evolución. Las cuestiones centrales: Creatividad, empatía, motivación, límites, modelado, nexo interdisciplinar, observación, intuición, logística, vocación…
La receta se completa con la inserción plena del recurso en la sociedad: coordinación con otros recursos sociosanitarios, intervención familiar, relación con dispositivos locales, apertura plena del tratamiento a la sociedad, y ofrecimiento de un tratamiento para y por el entorno natural del usuario. DD.

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